El soplo de un viento me robó
el beso más triste..., que cabe en un poema
para dejarlo sellado en tu boca.
Son más de veinte años ya
bebiendo del pozo de aquella caricia,
donde las nubes dejaron atrás tantas noches
y se fueron deshojando tantos octubres.
Hoy volvería a besar tus labios,
pero soy ramaje que vive abrazado a dos orillas,
mientras veo pasar la corriente
que a veces se hace diluvio..., con tu recuerdo.
¿Dónde estarás?
Cigüeña que emigraste y no volviste
Rosa anónima que un día encendiste mi corazón.
¿Qué será de ti?
Avecilla de nieve despierta en mi mente
Que sigue amando aquel destello.
¿Sabes que aun viajo en aquel tren?
¿Qué de vez en cuando sigo visitando aquella plaza
pensando en la balada roja de tu risa?
A lo mejor..., hasta tú también piensas en mi
Y algún día te encuentro por allí.
A lo mejor...
el beso más triste..., que cabe en un poema
para dejarlo sellado en tu boca.
Son más de veinte años ya
bebiendo del pozo de aquella caricia,
donde las nubes dejaron atrás tantas noches
y se fueron deshojando tantos octubres.
Hoy volvería a besar tus labios,
pero soy ramaje que vive abrazado a dos orillas,
mientras veo pasar la corriente
que a veces se hace diluvio..., con tu recuerdo.
¿Dónde estarás?
Cigüeña que emigraste y no volviste
Rosa anónima que un día encendiste mi corazón.
¿Qué será de ti?
Avecilla de nieve despierta en mi mente
Que sigue amando aquel destello.
¿Sabes que aun viajo en aquel tren?
¿Qué de vez en cuando sigo visitando aquella plaza
pensando en la balada roja de tu risa?
A lo mejor..., hasta tú también piensas en mi
Y algún día te encuentro por allí.
A lo mejor...
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